Es el duelo eterno. Imaginadlos cara a cara. De un lado el papel couché. Frente a él, el papel offset. Llega la hora de cerrar la imprenta (sí, hasta detrás de las imprentas que nos dedicamos a la impresión online hay personitas), todos nos vamos a casa, apagamos la luz y… allí están. Una hoja de papel sale de detrás de una Heidelberg Speedmaster. Otra, aparece de debajo de ua chibalete (siempre he querido escribir esta palabra y para los que no lo sepáis es el mueble tan molón con cajones pequeñitos y alargados donde se guardaban antiguamente los tipos). A lo que iba. Frente a frente. Se encienden los focos. Empieza el duelo. Offset versus couché.
El papel offset no brilla, por mucho que lo ilumine el cañón de luz. Pero aún así nos gusta más. Si hicieran un pulso entre ellos, el offset ganaría claramente. Por su textura, por su tacto, por la emoción que transmite al tocarlo y, sobre todo, porque cuando vamos buscando un papel queremos ser únicos, diferentes, y el offset se utiliza mucho menos.
Al otro lado de la imprenta sigue el satinado o couché, esperando que hablemos de él bajo el cañón de luz que le transmite un aspecto brillante. Y es que aunque prefiramos el anterior éste tiene muchas cosas buenas. No en vano es el más utilizado en catálogos y revistas. ¿Cosas buenas? Por ejemplo: la reproducción de las imágenes más cercana a la pantalla, más exactitud cuando hay pruebas de color, las fotos se ven más y mejor, tienes diferentes opciones de brillo, mate o semimate… Generalmente todos los papeles reciclados han sido no satinados, pero sí que hay que reconocer que ahora también los hay satinados como el cyclus.
Los dos papeles se siguen mirando, ninguno se atreve a dar un paso adelante. Uno parece más gordo que el otro. ¿Cuál pesa más? Es cuando empezamos a hablar de gramaje. A mismo gramaje el offset da más cuerpo. Pero si aún tienes duda de qué gramaje utilizar mira aquí todas las posibilidades que tienes.
El papel offset se acerca al couché. Ahora los dos tienen la misma luz, ¿son blancos? Parece que el offset es más claro que el otro. Los blancos siempre tienen un poco de tono debido a las fibras que se utilizan en su fabricación y los procesos de blanqueo que se llevan a cabo. Así que nunca estos procesos acaban con un papel completamente blanco.
Finalmente, los dos papeles se cruzan en su camino y vuelven por dónde han venido. ¿Quién gana? Ahora te toca elegir a ti. ¿Qué prefieres? ¿Papel offset o papel couché?
