A Julián Martínez, también conocido como (Letsornot), le cuesta encontrar una palabra que defina lo que hace. Tiene más claro cuál es el engranaje que mueve su motor creativo: la búsqueda. De ideas, de formatos, de materiales. Las formas orgánicas y los colores mediterráneos son algunos de los rasgos de una propuesta artística que tiene mucho de autor, de su autor.
Julián, que protagonizó el número 13 de nuestra revista PRINT, ha sido diseñador, director de arte, especialista en branding, muralista… Es también el responsable del extra de aquel número: una pieza que sigue la línea de las esculturas de Proyecto Circular a modo de juguete con el que experimentar. Un juego con el que gracias a los troqueles (y al cable que nos han echado nuestros amigos de Troqueles Talavera) y al diseño de la pieza que ha creado Julián podréis crear vuestras propias composiciones.
En toda esa aventura que supone el proceso de edición de PRINT, aprovechamos para preguntarle por cómo fue la primera experiencia que tuvo en una imprenta y su recuerdo confiesa que fue muy especial y lo tiene muy muy marcado:
«En uno de los pueblos donde viví, en Socuéllamos, jugaba con un niño del colegio. Iba a su casa y su padre tenía una imprenta. Este niño era como un niño abuelo (ríe), con cosas como muy de persona mayor pero siendo de mi edad. En su habitación, me acuerdo perfectamente que tenía tipos de imprenta. Mi primera vez en una imprenta fue en la de su padre. Tendría ocho o nueve años y estuve por ahí mareando entre las máquinas. Jugábamos con los tipos de plomo, que era algo como poco usual hacerlo, la verdad (ríe)».
Fotos: María Mira