Hace apenas una semana, un enorme gato negro, estaba a punto de atravesar la Avenida Guillem de Castro de València. Era una idea de Escif materializada por el artista Manolo Martín que, como es ya costumbre por su innovación, plantaba la falla Mossén Sorell-Corona estas pasadas fiestas.
El diseñador Ibán Ramón, con una estrecha relación creativa con esta comisión, ha sido el encargado del llibret de esta falla y que tuvimos el placer de imprimir en nuestros talleres. Una publicación que se ha impreso usando diferentes tamaños y tipos de papel, produciendo una lectura frenética y repleta de sensaciones, con cambios de tono y de ritmo, toda la publicación está “trufada” con ilustraciones de escif, pertenecientes a su serie Final Fantasy que también aborda el tema del mito y la superstición desde un humor agridulce, las páginas que contienen estas imágenes están giradas y suponen una lectura en paralelo a lo largo de la publicación.
La encuadernación se ha realizado en tapa dura con encuadernación suiza, con la tripa interior cosida con grapa y pegada a la tapa. En definitiva, una pieza que rebosa materialidad cuyo planteamiento conceptual y su diseño conecta directamente con el contenido y con la temática de la falla.
La buena y la mala suerte, la casualidad, la superstición en las diferentes culturas, de una manera abierta y sin concretar en exceso. El libret aborda toda esta temática con cierta ambigüedad. Por un lado los textos de Nacho Magro y Teresa Juan atacan directamente el tema y explican la falla. Por el otro les acompañan otros autores como Lidia Caro, Fiona Songel, Borja Navarro, Daniela Abatte, David Pascual (Mr Perfumme), José Ábalos, María Salguero y Alberto Torres Blandina, creados ex profeso para la publicación. Todos con dos características comunes: su limitación en extensión y que terminan con la frase “nunca se sabe”.
La encuadernación se ha realizado en tapa dura con encuadernación suiza, con la tripa interior cosida con grapa y pegada a la tapa. En definitiva, una pieza que rebosa materialidad cuyo planteamiento conceptual y su diseño conecta directamente con el contenido y con la temática de la falla.
Iván Esbri, miembro de la Associació d’estudis fallers, repasa las fallas que a lo largo de la historia han sufrido percances y destrozos, caídas o incendios antes de hora, o que sufrieron de “mala suerte”, como la propia falla conocida como «la meditadora», obra también del propio Escif, que no llegó a plantarse entera debido a la pandemia.
Toda una experiencia poder aportar sobre el concepto de esta falla que teorizó sobre la mala y buena suerte (y también sobre la esperanza) en esta siempre innovadora comisión.
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Fotos de Josep Gil cortesía de Ibán Ramon.